© Tony Tirado 2016
Tony Tirado web personal

Sábado, 13 (Lago Langano > Arba Minch)

Carmina y yo nos hemos levantado antes del amanecer para pasear por este maravilloso lugar. Hubiera necesitado un día más para poder fotografiar insectos y pájaros. A orillas del lago, mientras disfrutaba de la vista, vi que algo flotaba en el agua. Al acercarme comprobé que eran piedras… imposible, cogí una y me dí cuenta que en realidad eran cenizas volcánicas fosilizadas. Hoy partimos hacia Arba Minch, 380 km de carretera sorpresa. En el sur, la gente no es tan amable como en el norte. Directamente te piden dinero y se ponen bastante insolentes. Paramos a comer nuestro pic-nic en un paraje solitario, pero no se como lo hacen para comenzar a aparecer gente hasta de debajo de las piedras. Nos hemos comido, y repartido con ellos, nuestros bocatas de pollo rodeados de mirones que apabullaban. De camino hemos parado en la comunidad indígena de los Dorze, conocidos por sus grandes cabañas elefante. Hemos probado unas tortas que hacen a partir de la raíz del falso bananero. Aprovechan todo de esta planta, con las hojas hacen cuerda y la raíz la cuecen para convertirla en harina que luego entierran para fermentarla y hacer sus tortas. Llegamos al hotel que sin duda es el más confortable que hemos tenido hasta ahora.

Domingo, 14 (Arba Minch > Turmi)

Al salir de la habitación para desayunar nos encontramos con una manada de babuinos que pude fotografiar a un par de metros. Salimos hacia Turmi y de camino nos desviamos por una pista para visitar al pueblo Aerbore. El paisaje comenzó a cambiar radicalmente. La vegetación tomó un color verde parduzco y el agua desapareció de nuestra vista. Durante los próximos días este será el paisaje que nos acompañará. Cuando llegamos a la comunidad Aerbore, nos encontramos con indígenas vestidos con sus ropas más coloridas y las caras pintadas, estaba claro que nos esperaban. Nada más concedernos el acceso a su pueblo, previo pago, comenzó el show. Estábamos rodeados de mujeres, ancianos y niños, hombres adultos ni uno. Teníamos que elegir el modelo, llevarlo a un lado, fotografiarlo y pagar 1 birr por niño y 2 por adulto. No me gustó nada la sensación tan antinatural… al final del viaje ya estaba acostumbrado. En esta zona son Animistas, de esos que si les haces una foto les robas el alma, eso si, si pagas por ella el alma se queda. También hay que entender que es una forma de ganar unos billetes y no podemos evitarlo. Seguimos nuestro camino hacia Turmi que está a 2h de camino por pistas de tierra. A 1 km más o menos de nuestro destino, encontramos una caravana de coches parados por un río que días antes no estaba ahí. La opción de volver a tras era impensable. El guía habló con algunas personas que se metieron al río a tantear el terreno. De repente, llamó a nuestro chofer, nos hizo subir al vehículo y con un par cruzamos el río de unos 20 mts. de ancho. Esa fue la señal para que el resto de coches cruzara.

Lunes, 15 (Turmi)

Después de un sencillo desayuno salimos a visitar la tribu Kara que está a unos 72 km por una pista de tierra que en ocasiones deja de ser transitable. Esta comunidad es menos pesada y más amable que la de ayer. El funcionamiento el mismo, foto y pago, 2 birr por niño y 3 por adulto. Al salir del poblado, encontré en el suelo una pequeña cabeza de madera que debió de pertenecer a algún muñeco de un niño, formará parte de mi colección de recuerdos. Durante todo el camino vimos termiteros impresionantes y que alcanzaban alturas de hasta 5 mts. Parece mentira que unas hormigas sean capaces de levantar estos monumentos naturales. Sobre las 17,00h fuimos a ver danzas a una comunidad Hamer previo pago de 200 birr por persona, nos sentimos un poco engañados. Son una tribu orgullosa y la belleza de las mujeres es fascinante, no tienen rasgos iguales, cada una es diferente y con su peculiar atractivo. Estuve haciendo un montón de fotos mientras duraron las danzas. Al terminar y de malas maneras, no nos permitieron hacer más fotos si no pagábamos más. En el norte vimos pobreza y nobleza, aquí la gente se la ve sana y bien alimentada, se ríen de nosotros y la mayoría nos desprecia, solo nos ven como una fuente de dinero a la que se puede exprimir sin ningún reparo hasta secar.

Martes, 16 (Turmi > Jinka)

Estamos subiendo hacia el norte y se comienza a notar en el paisaje. Todo está más verde he incluso nos ha llovido un poco a la hora de comer. Sin mucho que contar en el recorrido, llegamos al hotel de Jinka que está mejor que el de ayer pero no es para echar cohetes. Después de descansar un poco fuimos a visitar el museo Alemán que tiene una colección de diferentes utensilios de las tribus que visitamos. Cuando entras da la sensación que se trata de un museo de prehistoria cuando en realidad es un museo actual, lo que pasa es que esta gente no ha evolucionado en 500 años. Regresamos paseando al hotel y vimos un mercado “no turista” y dimos una vuelta por el. Compramos algunas cosas y nos marchamos a descansar. Vimos a una mujer Mursi, que son las que llevan platos labiales. Mañana visitamos su comunidad.

Miercoles, 17 (Jinka)

Hoy ha sido un día excepcional. Hemos ido a visitar a los Mursi en el Parque Nacional Mago. Los Mursi son la tribu más peligrosa de Etiopía, son temidos por el resto de comunidades por su dureza y belicosidad. Después de atravesar paisajes que solo se pueden ver en áfrica, llegamos a territorio Mursi acompañados, de forma obligatoria, por militares armados. Lo primero que llama la atención, son las mujeres con los platos labiales. Desde niñas, van poniendo en su labio inferior dilatadores hasta poder ponerse, en muchos casos, piezas de cerámica de 20 cm de diámetro… duele solo verlas. Estas prácticas habituales, deforman su labio dejando al aire sus encías y rompiendo los dientes incisivos inferiores. Para ellos es un canon de belleza. Los hombres son musculosos y algunos de ellos muy altos, enseguida te das cuenta por que son tan temidos. La rudeza de sus rostros y su fiero aspecto denotan que en este lugar es evidente la selección natural de los más fuertes. Durante el tiempo que estuvimos con ellos, no vimos a ninguna persona enferma o débil. Comenzamos con las sesiones de fotos. Estos son los que más se cotizan, los adultos 5 birr y los niños 2. Mientras estaba realizando fotos comenzamos a oír un tumulto y sonido de golpes… la escena que vimos a continuación es difícil de describir y ver si no estas preparado para ello. Sabíamos de las costumbres de los Mursi. Cualquier problema lo solucionan a golpes. Siempre van con su palo que no sueltan para nada. Esta especie de lucha la llaman “Tonga” y sirve para resolver cualquier problema entre ellos, demostrar su hombría o conseguir una mujer. Este rito, es muy difícil de ver. En este caso fue algo más serio que todo lo que os he contado. El día anterior un individuo de otra aldea Mursi, había matado a uno de esta. De repente el asesino apareció acompañado de otros para ajustar cuentas y se lió una batalla campal ante nuestros atónitos ojos. La sangre comenzó a correr y estuvimos así durante unos 15 min hasta que se marcharon. Inolvidable. Después del conflicto, regresamos al hotel. La tarde fue tranquila, paseos sin agobio y a dormir.

Jueves, 18 (Jinka > Arba Minch)

Hoy regresamos a Arba Minch y al mejor hotel de todo el viaje. Ya tengo ganas de una buena ducha de agua caliente. De camino a nuestro destino, paramos en un poblado Konso para ver unos totems llamados “Wakas” que son patrimonio de la UNESCO. Lo que es sorprendente, que estos totems de madera están en un cercado al aire libre. No tienen una altura superior a 1 mt. Sobre las 17,30 llegamos al hotel y después de una reconfortante ducha salimos a pasear hasta la hora de la cena.

Viernes, 19 (Arba Minch)

Desayunamos a las 7,00h y salimos hacia el Parque Nacional Nech Sal. El camino de acceso está muy mal y con lluvias es intransitable. Hemos tenido suerte y ha salido el sol. Nada más entrar al parque y escoltados por un guardia armado, empezamos a ver animales, babuinos, facoceros y tik-tik una pequeña gacela que cuando ve peligro se queda inmóvil. La verdad es que no tuvimos mucha suerte y no vimos grandes animales, solo pudimos acercarnos a unas cebras. Después de 4h regresamos a comer. Por la tarde fuimos al lago Chano y montamos en una barca que nos llevo hasta un estuario lleno de cocodrilos gigantescos e hipopótamos entre otros muchos bichos. Como terminamos pronto, nos marchamos al centro de la población a dar un paseo tranquilo. Aquí la gente es mucho más amable y más respetuosa que en el sur. Mañana regresamos a Addis Abeba y nos esperan 500 km de carretera.

Sábado, 20 (Arba Minch > Addis Abeba)

Hoy todo el día de viaje. De camino paramos en un mercado donde fuimos la atracción del público. Esta claro que no pasan muchos blancos por aquí. Llegamos a Addis sobre las 21,00h y fuimos directamente a una cena folck. Cenamos la comida típica etíope que es la Injera una torta de cereal fermentado con cosas por encima… no me gusta mucho y eso que a mi los panes me gustan de todos los colores.

Domingo, 21 (Addis Abeba > Vila-real)

No hay mucho que contar, todo el día de hoy y parte de mañana de viaje. Salimos de Addis Abeba hacia Barcelona con escala en Frankfurt. Después tren a Castellón y a casa.

Conclusión

Estoy en el avión camino a Frankfurt y antes de nada quiero transmitir mi indignación por una cosa que me sucedió en el aeropuerto de Addis Abeba. Durante la estancia en el norte del país compre reproducciones baratas de biblias y otras cosas que parecían antiguas pero que evidentemente se notaba que estaban pintadas recientemente y la piel no era vieja. Pues bien un cenutrio inculto, se ha empeñado en que eran antigüedades y me lo han incautado, me imagino que para volver a venderlo. Me he cabreado mucho pero como les da igual. En fin… el país vale la pena y es muy recomendable siempre que se visite con una óptica muy amplia… puede pasar cualquier cosa. Hay una gran diferencia entre el norte y el sur. El norte es más amable y culto y tiene más historia, construcciones y arte, no dudaría en volver. El sur es más salvaje y con comunidades indígenas que viven como hace 500 años. Las carreteras se llenan de gente que va hacia todas partes y de ganado que las hace muy peligrosas. Los niños te rodean pidiendo cualquier cosa. Como ya he dicho antes, en general, nos ven a los turistas como una pieza a abatir, solo somos para ellos dinero y los niños, salvo en contadas ocasiones, son muy irrespetuosos. El viaje, como todos, ha valido la pena. Hemos conocido otra cultura y un país impresionante. Si regreso algún día me centraré en el norte, me parece mucho más rico en sensaciones de las que hacen estremecer el corazón.

Etiopía 3ª parte

Viaje realizado del 04 al 21 de agosto de 2011. Este viaje lo hago con mi mujer Carmina y en Addis Abeba nos reuniremos con otra pareja española y con 3 italianos. -Lago Langano -Arba Minch -Turmi -P.N. Mago -Jinka
© Tony Tirado
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Sábado, 13 (Lago Langano >

Arba Minch)

Carmina y yo nos hemos levantado antes del amanecer para pasear por este maravilloso lugar. Hubiera necesitado un día más para poder fotografiar insectos y pájaros. A orillas del lago, mientras disfrutaba de la vista, vi que algo flotaba en el agua. Al acercarme comprobé que eran piedras… imposible, cogí una y me dí cuenta que en realidad eran cenizas volcánicas fosilizadas. Hoy partimos hacia Arba Minch, 380 km de carretera sorpresa. En el sur, la gente no es tan amable como en el norte. Directamente te piden dinero y se ponen bastante insolentes. Paramos a comer nuestro pic-nic en un paraje solitario, pero no se como lo hacen para comenzar a aparecer gente hasta de debajo de las piedras. Nos hemos comido, y repartido con ellos, nuestros bocatas de pollo rodeados de mirones que apabullaban. De camino hemos parado en la comunidad indígena de los Dorze, conocidos por sus grandes cabañas elefante. Hemos probado unas tortas que hacen a partir de la raíz del falso bananero. Aprovechan todo de esta planta, con las hojas hacen cuerda y la raíz la cuecen para convertirla en harina que luego entierran para fermentarla y hacer sus tortas. Llegamos al hotel que sin duda es el más confortable que hemos tenido hasta ahora.

Domingo, 14 (Arba Minch >

Turmi)

Al salir de la habitación para desayunar nos encontramos con una manada de babuinos que pude fotografiar a un par de metros. Salimos hacia Turmi y de camino nos desviamos por una pista para visitar al pueblo Aerbore. El paisaje comenzó a cambiar radicalmente. La vegetación tomó un color verde parduzco y el agua desapareció de nuestra vista. Durante los próximos días este será el paisaje que nos acompañará. Cuando llegamos a la comunidad Aerbore, nos encontramos con indígenas vestidos con sus ropas más coloridas y las caras pintadas, estaba claro que nos esperaban. Nada más concedernos el acceso a su pueblo, previo pago, comenzó el show. Estábamos rodeados de mujeres, ancianos y niños, hombres adultos ni uno. Teníamos que elegir el modelo, llevarlo a un lado, fotografiarlo y pagar 1 birr por niño y 2 por adulto. No me gustó nada la sensación tan antinatural… al final del viaje ya estaba acostumbrado. En esta zona son Animistas, de esos que si les haces una foto les robas el alma, eso si, si pagas por ella el alma se queda. También hay que entender que es una forma de ganar unos billetes y no podemos evitarlo. Seguimos nuestro camino hacia Turmi que está a 2h de camino por pistas de tierra. A 1 km más o menos de nuestro destino, encontramos una caravana de coches parados por un río que días antes no estaba ahí. La opción de volver a tras era impensable. El guía habló con algunas personas que se metieron al río a tantear el terreno. De repente, llamó a nuestro chofer, nos hizo subir al vehículo y con un par cruzamos el río de unos 20 mts. de ancho. Esa fue la señal para que el resto de coches cruzara.

Lunes, 15 (Turmi)

Después de un sencillo desayuno salimos a visitar la tribu Kara que está a unos 72 km por una pista de tierra que en ocasiones deja de ser transitable. Esta comunidad es menos pesada y más amable que la de ayer. El funcionamiento el mismo, foto y pago, 2 birr por niño y 3 por adulto. Al salir del poblado, encontré en el suelo una pequeña cabeza de madera que debió de pertenecer a algún muñeco de un niño, formará parte de mi colección de recuerdos. Durante todo el camino vimos termiteros impresionantes y que alcanzaban alturas de hasta 5 mts. Parece mentira que unas hormigas sean capaces de levantar estos monumentos naturales. Sobre las 17,00h fuimos a ver danzas a una comunidad Hamer previo pago de 200 birr por persona, nos sentimos un poco engañados. Son una tribu orgullosa y la belleza de las mujeres es fascinante, no tienen rasgos iguales, cada una es diferente y con su peculiar atractivo. Estuve haciendo un montón de fotos mientras duraron las danzas. Al terminar y de malas maneras, no nos permitieron hacer más fotos si no pagábamos más. En el norte vimos pobreza y nobleza, aquí la gente se la ve sana y bien alimentada, se ríen de nosotros y la mayoría nos desprecia, solo nos ven como una fuente de dinero a la que se puede exprimir sin ningún reparo hasta secar.

Martes, 16 (Turmi > Jinka)

Estamos subiendo hacia el norte y se comienza a notar en el paisaje. Todo está más verde he incluso nos ha llovido un poco a la hora de comer. Sin mucho que contar en el recorrido, llegamos al hotel de Jinka que está mejor que el de ayer pero no es para echar cohetes. Después de descansar un poco fuimos a visitar el museo Alemán que tiene una colección de diferentes utensilios de las tribus que visitamos. Cuando entras da la sensación que se trata de un museo de prehistoria cuando en realidad es un museo actual, lo que pasa es que esta gente no ha evolucionado en 500 años. Regresamos paseando al hotel y vimos un mercado “no turista” y dimos una vuelta por el. Compramos algunas cosas y nos marchamos a descansar. Vimos a una mujer Mursi, que son las que llevan platos labiales. Mañana visitamos su comunidad.

Miercoles, 17 (Jinka)

Hoy ha sido un día excepcional. Hemos ido a visitar a los Mursi en el Parque Nacional Mago. Los Mursi son la tribu más peligrosa de Etiopía, son temidos por el resto de comunidades por su dureza y belicosidad. Después de atravesar paisajes que solo se pueden ver en áfrica, llegamos a territorio Mursi acompañados, de forma obligatoria, por militares armados. Lo primero que llama la atención, son las mujeres con los platos labiales. Desde niñas, van poniendo en su labio inferior dilatadores hasta poder ponerse, en muchos casos, piezas de cerámica de 20 cm de diámetro… duele solo verlas. Estas prácticas habituales, deforman su labio dejando al aire sus encías y rompiendo los dientes incisivos inferiores. Para ellos es un canon de belleza. Los hombres son musculosos y algunos de ellos muy altos, enseguida te das cuenta por que son tan temidos. La rudeza de sus rostros y su fiero aspecto denotan que en este lugar es evidente la selección natural de los más fuertes. Durante el tiempo que estuvimos con ellos, no vimos a ninguna persona enferma o débil. Comenzamos con las sesiones de fotos. Estos son los que más se cotizan, los adultos 5 birr y los niños 2. Mientras estaba realizando fotos comenzamos a oír un tumulto y sonido de golpes… la escena que vimos a continuación es difícil de describir y ver si no estas preparado para ello. Sabíamos de las costumbres de los Mursi. Cualquier problema lo solucionan a golpes. Siempre van con su palo que no sueltan para nada. Esta especie de lucha la llaman “Tonga” y sirve para resolver cualquier problema entre ellos, demostrar su hombría o conseguir una mujer. Este rito, es muy difícil de ver. En este caso fue algo más serio que todo lo que os he contado. El día anterior un individuo de otra aldea Mursi, había matado a uno de esta. De repente el asesino apareció acompañado de otros para ajustar cuentas y se lió una batalla campal ante nuestros atónitos ojos. La sangre comenzó a correr y estuvimos así durante unos 15 min hasta que se marcharon. Inolvidable. Después del conflicto, regresamos al hotel. La tarde fue tranquila, paseos sin agobio y a dormir.

Jueves, 18 (Jinka > Arba Minch)

Hoy regresamos a Arba Minch y al mejor hotel de todo el viaje. Ya tengo ganas de una buena ducha de agua caliente. De camino a nuestro destino, paramos en un poblado Konso para ver unos totems llamados “Wakas” que son patrimonio de la UNESCO. Lo que es sorprendente, que estos totems de madera están en un cercado al aire libre. No tienen una altura superior a 1 mt. Sobre las 17,30 llegamos al hotel y después de una reconfortante ducha salimos a pasear hasta la hora de la cena.

Viernes, 19 (Arba Minch)

Desayunamos a las 7,00h y salimos hacia el Parque Nacional Nech Sal. El camino de acceso está muy mal y con lluvias es intransitable. Hemos tenido suerte y ha salido el sol. Nada más entrar al parque y escoltados por un guardia armado, empezamos a ver animales, babuinos, facoceros y tik-tik una pequeña gacela que cuando ve peligro se queda inmóvil. La verdad es que no tuvimos mucha suerte y no vimos grandes animales, solo pudimos acercarnos a unas cebras. Después de 4h regresamos a comer. Por la tarde fuimos al lago Chano y montamos en una barca que nos llevo hasta un estuario lleno de cocodrilos gigantescos e hipopótamos entre otros muchos bichos. Como terminamos pronto, nos marchamos al centro de la población a dar un paseo tranquilo. Aquí la gente es mucho más amable y más respetuosa que en el sur. Mañana regresamos a Addis Abeba y nos esperan 500 km de carretera.

Sábado, 20 (Arba Minch >

Addis Abeba)

Hoy todo el día de viaje. De camino paramos en un mercado donde fuimos la atracción del público. Esta claro que no pasan muchos blancos por aquí. Llegamos a Addis sobre las 21,00h y fuimos directamente a una cena folck. Cenamos la comida típica etíope que es la Injera una torta de cereal fermentado con cosas por encima… no me gusta mucho y eso que a mi los panes me gustan de todos los colores.

Domingo, 21 (Addis Abeba >

Vila-real)

No hay mucho que contar, todo el día de hoy y parte de mañana de viaje. Salimos de Addis Abeba hacia Barcelona con escala en Frankfurt. Después tren a Castellón y a casa.

Conclusión

Estoy en el avión camino a Frankfurt y antes de nada quiero transmitir mi indignación por una cosa que me sucedió en el aeropuerto de Addis Abeba. Durante la estancia en el norte del país compre reproducciones baratas de biblias y otras cosas que parecían antiguas pero que evidentemente se notaba que estaban pintadas recientemente y la piel no era vieja. Pues bien un cenutrio inculto, se ha empeñado en que eran antigüedades y me lo han incautado, me imagino que para volver a venderlo. Me he cabreado mucho pero como les da igual. En fin… el país vale la pena y es muy recomendable siempre que se visite con una óptica muy amplia… puede pasar cualquier cosa. Hay una gran diferencia entre el norte y el sur. El norte es más amable y culto y tiene más historia, construcciones y arte, no dudaría en volver. El sur es más salvaje y con comunidades indígenas que viven como hace 500 años. Las carreteras se llenan de gente que va hacia todas partes y de ganado que las hace muy peligrosas. Los niños te rodean pidiendo cualquier cosa. Como ya he dicho antes, en general, nos ven a los turistas como una pieza a abatir, solo somos para ellos dinero y los niños, salvo en contadas ocasiones, son muy irrespetuosos. El viaje, como todos, ha valido la pena. Hemos conocido otra cultura y un país impresionante. Si regreso algún día me centraré en el norte, me parece mucho más rico en sensaciones de las que hacen estremecer el corazón.

Etiopía 3ª parte

Viaje realizado del 04 al 21 de agosto de 2011. Este viaje lo hago con mi mujer Carmina y en Addis Abeba nos reuniremos con otra pareja española y con 3 italianos. -Lago Langano -Arba Minch -Turmi -P.N. Mago -Jinka