© Tony Tirado 2016
Tony Tirado web personal

Viernes, 14 (Vila-real > Casablanca)

Hemos quedado en el aeropuerto de Casablanca con Bea y Arturo unos amigos que conocimos en un viaje a China. Bea es técnico en control de calidad en una empresa de fabricación de coches y se ha desplazado 6 meses a trabajar a la factoría que la empresa tiene aquí. Llegamos pasadas las 12 de la noche y fuimos al apartamento que tienen a 28 km de Casablanca.

Sábado, 15 (Casablanca > Fez)

Salimos temprano hacía Fez y fuimos directamente a la Medina un entramado de más de 2000 calles y 500 mezquitas donde es prácticamente imposible orientarte si no vas acompañado de alguien que conozca el terreno. Ese alguien fue Misouri, un guía local muy mayor y con gran simpatía. Igual te contaba historias que se ponía a cantar. La Medina es impresionante por la cantidad de rincones que te encuentras en tu camino. Callejuelas, talleres, tiendas, gente… hay tanto que mirar que literalmente, te duele la vista. Tal vez uno de los lugares más espectaculares sea la curtiduría de Fez, una explosión de colorido en un gran patio interior donde las bañeras se solapan unas contra las otras para que las pieles que allí maceran, se curtan y se tiñan de diferentes colores. El olor es muy intenso y las condiciones de trabajo espeluznantes. Es aconsejable entrar en alguna tienda de curtidos que por lo general te ofrecen subir a su azotea para contemplar el espectáculo. Arturo había reservado por internet un hospedaje en un Riad que es un hotel con pocas habitaciones en una antigua casa reformada, vamos, que sería como uno de nuestro hotelitos rurales con encanto. Cuando llegamos al sitio la entrada de la casa nos dejó un poco “asustados” pero cuando entramos al sitio… bum!! las mil y una noches. Una maravilla de lugar con todos los detalles muy cuidados. Vale la pena dormir en un Riad.

Domingo, 16 (Alrededores de Fez)

Desayunamos en el Riad y salimos hacia Walili (Volubilis) una antigua ciudad romana a unos 30 Km de la ciudad de Meknes. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 y es la mejor conservada de todo marruecos. Lo más impresionante es el buen estado de conservación de los mosaicos que salpican todo el recinto. Después de comer en un barecito en la zona de las ruinas, salimos hacia un pueblo llamado Moulay Idriss donde se encuentra el santuario del fundador de la Dinastía idrísida, Idrís I. En esta ciudad también es imprescindible contar con algún guía local. Nuestra siguiente parada fue la ciudad de Meknes una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos junto con Fez, Marrakech y Rabat. Es la más tranquila y es muy agradable pasear por sus calles y mercados. Llama la atención lo bien cuidados que están los puestos de venta. Es como un reto entre ellos para ver cual llama más la atención. Los puestos de dulces son increíbles por su variedad y calidad y nos llamó la atención que los pasteles estaban llenos de abejas que no espantan, las dejan por que es sinónimo de calidad del producto hecho con la mejor miel.

Lunes, 17 (Casablanca)

Casablanca no es una ciudad especialmente bonita en comparación a los lugares donde hemos estado estos días. Hoy estamos solos, Bea trabajaba y Arturo ha regresado e España, a partir de ahora nos moveremos a nuestro aire. Lo primero que hemos visitado a sido la mezquita de Hassan II, la más alta del mundo. Su minarete alcanza una altura de 200 mts y tanto el exterior como el interior están decorados al mínimo detalle. Se tardó 6 años en construir por un gran equipo de ingenieros y artesanos. Cerámica, grabados en yeso, las puertas de acceso de titanio, una gran bóveda en la nave central que se abre y se cierra en 2 min., un rayo laser que apunta desde el minarete hacia la Meca. Por suerte hay visitas guiadas y se puede disfrutar sin ningún problema aunque no seas musulmán. La visita cuesta 120 dirham (12€ aprox.). A las 19,00h habíamos quedado con Bea y nos llevó al barrio de Habous que alberga un gran número de artesanos. Después fuimos al consulado español a ver un concierto de música de fusión española-marroquí que estuvo espectacular, Alejandro Monserrat y Al-Baida

Martes, 18 (Mohammedia)

Hoy un día tranquilo. Nos hemos quedado en el pueblo donde estamos alojados. Mohammedia es en realidad una ciudad dormitorio sin ningún interés, pero bueno, hemos paseado por la playa y poco más.

Miercoles, 19 (Rabat)

A las 7,30h cogimos el tren hacia Rabat. Nada mas llegar fuimos directamente hasta las ruinas de la necrópolis de Chellah un lugar impresionante por la combinación de restos romanos y árabes. Abunda la vegetación que está plagada de miles de garzas y cigüeñas. Después de disfrutar de Chellah cogimos un taxi, ya que es la forma más barata de desplazarte, y fuimos al mausoleo de Hassan II. La siguiente parada fue la Khasba, una ciudadela fortificada que tiene la mayoría de sus estrechas calles pintadas de azul. Luego visitamos la medina y regresamos a Mohammedia, chapuzón en la piscina y a cenar.

Jueves, 19 (El Jadida)

Estoy en el tren de camino a El Jadida una antigua ciudad que fue colonia portuguesa. Después de 2h de viaje llegamos a una hermosa y tranquila ciudad que conserva ese toque colonial en cada uno de sus rincones. Lo más especial es la Cisterna Portuguesa, un aljibe que se encuentra debajo de una plaza y se conecta a ella a través de un pozo. La luz entra por esta abertura y le da al lugar una belleza muy especial. Después de una obligada visita a la medina, regresamos a Casablanca. Esta noche es el final de nuestro viaje y la despedida de Bea. Fuimos a la zona de la Cornise y cenamos en el Rick’s Café una reconstrucción del café de Bogart en la película Casablanca.

Marruecos

Viaje realizado del 14 al 21 de mayo de 2010. Viaje visita a unos amigos que residían temporalmente en Casablanca.
© Tony Tirado
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Viernes, 14 (Vila-real >

Casablanca)

Hemos quedado en el aeropuerto de Casablanca con Bea y Arturo unos amigos que conocimos en un viaje a China. Bea es técnico en control de calidad en una empresa de fabricación de coches y se ha desplazado 6 meses a trabajar a la factoría que la empresa tiene aquí. Llegamos pasadas las 12 de la noche y fuimos al apartamento que tienen a 28 km de Casablanca.

Sábado, 15 (Casablanca > Fez)

Salimos temprano hacía Fez y fuimos directamente a la Medina un entramado de más de 2000 calles y 500 mezquitas donde es prácticamente imposible orientarte si no vas acompañado de alguien que conozca el terreno. Ese alguien fue Misouri, un guía local muy mayor y con gran simpatía. Igual te contaba historias que se ponía a cantar. La Medina es impresionante por la cantidad de rincones que te encuentras en tu camino. Callejuelas, talleres, tiendas, gente… hay tanto que mirar que literalmente, te duele la vista. Tal vez uno de los lugares más espectaculares sea la curtiduría de Fez, una explosión de colorido en un gran patio interior donde las bañeras se solapan unas contra las otras para que las pieles que allí maceran, se curtan y se tiñan de diferentes colores. El olor es muy intenso y las condiciones de trabajo espeluznantes. Es aconsejable entrar en alguna tienda de curtidos que por lo general te ofrecen subir a su azotea para contemplar el espectáculo. Arturo había reservado por internet un hospedaje en un Riad que es un hotel con pocas habitaciones en una antigua casa reformada, vamos, que sería como uno de nuestro hotelitos rurales con encanto. Cuando llegamos al sitio la entrada de la casa nos dejó un poco “asustados” pero cuando entramos al sitio… bum!! las mil y una noches. Una maravilla de lugar con todos los detalles muy cuidados. Vale la pena dormir en un Riad.

Domingo, 16 (Alrededores de

Fez)

Desayunamos en el Riad y salimos hacia Walili (Volubilis) una antigua ciudad romana a unos 30 Km de la ciudad de Meknes. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 y es la mejor conservada de todo marruecos. Lo más impresionante es el buen estado de conservación de los mosaicos que salpican todo el recinto. Después de comer en un barecito en la zona de las ruinas, salimos hacia un pueblo llamado Moulay Idriss donde se encuentra el santuario del fundador de la Dinastía idrísida, Idrís I. En esta ciudad también es imprescindible contar con algún guía local. Nuestra siguiente parada fue la ciudad de Meknes una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos junto con Fez, Marrakech y Rabat. Es la más tranquila y es muy agradable pasear por sus calles y mercados. Llama la atención lo bien cuidados que están los puestos de venta. Es como un reto entre ellos para ver cual llama más la atención. Los puestos de dulces son increíbles por su variedad y calidad y nos llamó la atención que los pasteles estaban llenos de abejas que no espantan, las dejan por que es sinónimo de calidad del producto hecho con la mejor miel.

Lunes, 17 (Casablanca)

Casablanca no es una ciudad especialmente bonita en comparación a los lugares donde hemos estado estos días. Hoy estamos solos, Bea trabajaba y Arturo ha regresado e España, a partir de ahora nos moveremos a nuestro aire. Lo primero que hemos visitado a sido la mezquita de Hassan II, la más alta del mundo. Su minarete alcanza una altura de 200 mts y tanto el exterior como el interior están decorados al mínimo detalle. Se tardó 6 años en construir por un gran equipo de ingenieros y artesanos. Cerámica, grabados en yeso, las puertas de acceso de titanio, una gran bóveda en la nave central que se abre y se cierra en 2 min., un rayo laser que apunta desde el minarete hacia la Meca. Por suerte hay visitas guiadas y se puede disfrutar sin ningún problema aunque no seas musulmán. La visita cuesta 120 dirham (12€ aprox.). A las 19,00h habíamos quedado con Bea y nos llevó al barrio de Habous que alberga un gran número de artesanos. Después fuimos al consulado español a ver un concierto de música de fusión española- marroquí que estuvo espectacular, Alejandro Monserrat y Al-Baida

Martes, 18 (Mohammedia)

Hoy un día tranquilo. Nos hemos quedado en el pueblo donde estamos alojados. Mohammedia es en realidad una ciudad dormitorio sin ningún interés, pero bueno, hemos paseado por la playa y poco más.

Miercoles, 19 (Rabat)

A las 7,30h cogimos el tren hacia Rabat. Nada mas llegar fuimos directamente hasta las ruinas de la necrópolis de Chellah un lugar impresionante por la combinación de restos romanos y árabes. Abunda la vegetación que está plagada de miles de garzas y cigüeñas. Después de disfrutar de Chellah cogimos un taxi, ya que es la forma más barata de desplazarte, y fuimos al mausoleo de Hassan II. La siguiente parada fue la Khasba, una ciudadela fortificada que tiene la mayoría de sus estrechas calles pintadas de azul. Luego visitamos la medina y regresamos a Mohammedia, chapuzón en la piscina y a cenar.

Jueves, 19 (El Jadida)

Estoy en el tren de camino a El Jadida una antigua ciudad que fue colonia portuguesa. Después de 2h de viaje llegamos a una hermosa y tranquila ciudad que conserva ese toque colonial en cada uno de sus rincones. Lo más especial es la Cisterna Portuguesa, un aljibe que se encuentra debajo de una plaza y se conecta a ella a través de un pozo. La luz entra por esta abertura y le da al lugar una belleza muy especial. Después de una obligada visita a la medina, regresamos a Casablanca. Esta noche es el final de nuestro viaje y la despedida de Bea. Fuimos a la zona de la Cornise y cenamos en el Rick’s Café una reconstrucción del café de Bogart en la película Casablanca.

Marruecos

Viaje realizado del 14 al 21 de mayo de 2010. Viaje visita a unos amigos que residían temporalmente en Casablanca.